sábado, 14 de diciembre de 2013

Perdido en la multitud

Hay una importante diferencia entre pertenecer a una tribu tal como se definió anteriormente y formar parte de un multitud, incluso cuando los miembros de la multitud estén en ella por la misma razón y sientan las mismas pasiones. Se me ocurre de inmediato los fanáticos de los deportes. Hay fans vociferantes y apasionados a lo largo y a la ancho del panorama deportivo. Cubren las paredes de su casa, sus coches  con la parafernalia de su equipo. Están entregados a su equipo, extasiados con su equipo, y es posible que su estado de ánimo varíe con los resultados de su favorito. Por su afición no los sitúa en una tribu junto a sus fans colegas, al menos no como aquí lo estoy describiendo.

El comportamiento de un fan representa una forma distinta de integración social. 
Ser miembro de un grupo de fans no es lo mismo que pertenecer a una tribu. De hecho, esa adscripción  puede provocar el efecto contrario. La pertenencia a una tribu, tal como se define aquí, ayuda a que las personas sean más ellas mismas, las guía hacia un conciencia mayor de identidad personal. Por otra parte, es fácil  perder la propia identidad dentro de una gran multitud.

                                  Del libro El Elemento.

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