La
necesidad del Cambio como Patología
Parece
ser que todo está hecho para propiciar una gran necesidad a cambiar todo en
nuestras vidas constantemente. La casa, el coche, la ropa, el cuerpo, la
pareja, la ciudad, el país, el trabajo
que hacemos, la profesión que elegimos,
la forma de pensar y sobre todo la forma de sentir. Hay una industria
impresionante montada alrededor de esto.
No quiero decir cerrar la posibilidad a los cambios positivos. Me refiero a una nueva
forma de vivir que comenzó siendo un fluir de cambios para convertirse en una obsesión o la única manera de
satisfacción.
Las personas pronuncian, gran
parte del tiempo de sus vidas, las frases:
“algo tiene que pasar”, “algún cambio tiene que venir” o “algún cambio
tiene que haber para salir de esto o aquello”. Y yo digo, si en vez de centrarnos en aquel cambio que
estamos esperando o en muchos casos buscando desesperadamente por todos lados ,
nos centramos en lo que estamos viviendo ahora y para qué motivo de estar
viviendo esto aquí y ahora?. Quizás solo con dejarnos vivir y fluir todo cambio que debe de ser sería,
sin forzar nada, sin esfuerzos
económicos y familiares, sin energías perdidas, sin tantas lágrimas y salud
derrochada en el camino.
Salir del: ¿Qué hago yo
aquí?,” algo tiene que pasar”. Empezar a
vivir en el “Estoy aquí y aquí-ahora es dónde tengo que hacer y ser en este
preciso momento de mi vida y de esta forma”. ¿Por qué esa necesidad de cambio
tan profunda? ¿Qué está pasando? ¿Porqué hay tanta inconformidad e
insatisfacción?. Quién dijo que nuestra
vida no sirve para querer cambiarla constantemente y absolutamente en todos los
aspectos. Porqué nada nos alcanza y cuando lo alcanzamos, tampoco, y vamos en búsqueda de más y más?.
Qué cree usted que
debe de pasar, y cuándo?. Hay una necesidad imperiosa de cambios a todos los niveles y lo que esto está
provocando es un período de stand-by
global que está destruyendo todos los cimientos.
En un aspecto el volver a empezar lo veo fabuloso, pero lo que
también veo, es que no todas las personas tienen a su alcance las herramientas
emocionales para resurgir, con lo cual, se están propiciando cambios paradigmáticos importantísimos y a la vez positivos, pero a riesgo de que una gran parte de la población no pueda afrontarlos emocionalmente ni físicamente en el momento
del volver a nacer y a reaprender.
Como siempre cuando estamos en un proceso ponemos la mirada en el
objetivo a alcanzar y no en el camino que se está andando, en la gente con la que estamos compartiendo
ese camino o la que se nos une mientras andamos.
También tenemos que
saber que los cambios al ser movilizadores están envolviendo de
forma vertiginosa a la gente, y que a la
vez está produciendo una cantidad de pseudos -maestros que buscan enriquecer
sus egos y otras cosas con el caos provocado por esa sed de cambio. Muchos de
ellos nunca atravesaron ese proceso profundo del que hablan, en sus vidas, o peor
es que aportan aún más confusión a la ya existente, con más información y más de lo que hay que ser
y hacer.
Creo que es imposible para una ser humano ( de esta dimensión) no ser subjetivo en sus enseñanzas
y en lo que trasmite, entonces lo que
sucede cuando usted escucha a un “maestro”
con sus propios procesos de cambios a los que se suman los cambios del
maestro y los cambios de todas las personas con las que se va encontrando
en el camino, más las personas con las que una semana o un mes antes conversó
del tema. Conclusión caos total!. ¿A dónde está
usted ahora?, ¿Es usted o es la
suma de muchos? Quizás en definitiva terminamos siendo la mezcla de todos esos
cambios, con lo cual puedo especular diciendo que lo que usted llevaba consigo en un principio se perdió en
la multitud; sencillamente porque tanta información nos descentra, tanto ruido
no nos permite escucharnos. Pero curiosamente
en los procesos de “cambio”, las personas suelen ir en busca de espacios
dónde no hay silencio, donde le digan lo que tiene que hacer y como lo tiene
que hacer. Donde le den una fórmula mágica.
Esto es entonces una
satisfacción temporal, aparente y vulnerable, la cual no es reconocida por esas
mismas personas, a las que no dejo de incluirme.
Estamos viviendo en una consciencia temporal
y parcial.
En definitiva creo que lo más positivo es conocernos,
reconocernos, aceptarnos y amarnos como seres humanos perfectamente
imperfectos. En este camino hay muchas técnicas y personas que pueden aportar y ayudar a que
esto ocurra. Pero solo nosotros vamos a saber dónde está el punto de ayuda constructiva o
destructiva. La elección es solo nuestra.
“La primer persona a
la que necesitas conocer es a ti” y si este conocimiento te lleva a un
cambio entonces es “Maravilloso”! Y si no es así también es “Maravilloso”!.
¿Quién más que tú puede saber escuchar y comprender las señales de tu cuerpo y de tu
alma?
Adriana Paola Boldrini Camponovo
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