viernes, 21 de febrero de 2014

A mi ahijado y sobrino.

                                             

Hoy es un momento muy especial para todos los que estamos conectados de alguna manera contigo mi querido sobrino y ahijado.
De corazón desearía ahora mismo poder darte un fuerte abrazo,  arroparte, ampararte y protegerte de la misma forma que lo hice cuando eras un bebé, y la verdad es que siento que sí  lo estoy  haciendo.
Voy a contarte algo que quizás ya lo sepas por tu madre,  pero quiero expresarlo con mis palabras como lo siento ahora y desde el corazón.
“No fue coincidencia”
Aunque en esa época la juventud nos envolvía fue,  sin duda alguna,  el momento más importante de nuestras vidas.  Hablo en plural porque tu madre y yo compartíamos ese crecimiento juntas emocionalmente y físicamente.
Creo no equivocarme al decir que no era una espera normal porque a la unión propia   de dos hermanas se sumaba la espera de dos bebes. “No fue coincidencia.”  Ambas emprendíamos el camino más maravilloso que nos regala la naturaleza al ser madres por primera vez.  
Como dije antes no era una espera de mellizos ni gemelos, pero tengo la certeza que tú y tu prima  estaban  conectados por una energía especial,  tanto o  igual de conectadas que estábamos las madres.  La verdad es que ahora mismo creo que ni tú ni ella querían llegar a este mundo solos, y  así fue.  Me refiero a que por  truco o magia de la vida ambos crecían, nacían y se criaban  a la vez.  Nosotras hemos sido muy afortunadas por ello,  porque hemos  compartido emociones, experiencias y aprendizajes.
Ahora comprendo que  los dos estaban unidos por un lazo imposible de  percibir y menos aún de  explicar.
Este lazo aún existe. Si cierras los ojos, sientes y recuerdas verás que el tiempo y la distancia son ideas frente a las emociones y los sentimientos. Ideas del pensamiento, de la razón.  Solo ideas. Pero el corazón siempre tiene más fuerza y poder,  por eso es que nuestras vidas y relaciones  están determinadas más por lo que sentimos (emociones) que por lo que pensamos.
Te hablo así, porque sé que tú eres un ser emocional más que racional y te aplaudo por ello, porque no es fácil caminar por el camino de las emociones sobretodo con  todas las presiones sociales. Desde muy bebé fuiste pura pasión y energía en todo lo que hacías, incluso cuando dabas un beso o un abrazo era con todo tu ser y  con una sonrisa.
Un consejo de tía, madrina y sobre todo de ser a ser, confía siempre en ti, en tus capacidades, en lo que sientes, en lo que intuyes y en tus sueños porque ahí vas a encontrar las respuestas a todas las preguntas que te hagas y lo más importante de todo esto es que esas respuestas van a ser las más certeras.
Conócete, reconócete, entiéndete y acéptate a ti.
 La voz de tu alma se conecta con la voz del alma de la gente. Tu sensibilidad es tu carta de presentación. En tus ojos se reflejan tus emociones y tu alma.
Tengo muy presente el día en que haciendo un vídeo contigo y tu prima en la cuna te reías y tu prima te acariciaba,  creo que  tenían  seis meses o menos quizás. Podría decir, ahora,  que esa imagen los estaba describiendo.  La energía que trasmites con tu sonrisa es única  y maravillosa, es como  una puerta abierta con un gran cartel de Bienvenidos!.

Muy feliz Cumpleaños Alejo. Te Amo.
                                                                                         Tu Tía Pato.

                                   Adriana Paola Boldrini Camponovo

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