Resulta que con la “modernidad”, la
palabra hablada no tiene ningún valor, se puede borrar y reescribir tantas veces como sea necesario, y si no, eres
el que tiene el problema y el que
se resiste a los cambios.
Resulta que con la “modernidad” ya no se pregunta Cómo estás? Desde el corazón, desde el lugar que me
importas y quiero sentir lo que sientes y acompañarte. Es que ahora se pregunta
desde el lugar de: Cómo estás? Cuéntame
de tu vida para ser juzgada, evaluada y diagnosticada.
Resulta que con la “modernidad”,
ya no se visita a familiares y
amigos sin antes avisar con una llamada o
mensaje.
Resulta que con la “modernidad”,
cuando se sufre una pérdida importante
se duda si acompañar a la persona en el dolor o si la compañía la va a molestar .
Resulta que con la “modernidad”, se
dice y promulga lo que no se hace.
Resulta que con la “modernidad”, el tiempo
pasó al mismo nivel que el dinero. Nunca alcanza!.
Resulta que con la “modernidad”, la gente
se siente cada vez más sola.
Resulta que con la “modernidad”, la gente
habla menos cara a cara, y las pocas veces que lo hacen hablan sobre frivolidades sin importancia y de terceras personas.
Resulta que con la “modernidad”, cada vez
hay más gente con necesidades emocionales que no saben cómo saciar.
Resulta que con la “modernidad”
cualquiera tiene más valor, peso y
credibilidad que uno.
Resulta que con la “modernidad”, un emoticón de whatsapp reemplaza un abrazo, un beso y a una
charla con un té calentito.
Resulta que con la “modernidad”, ya no
está bien visto hacer y compartir, cada uno en su casa, en su trabajo y con sus cosas.
Resulta que con la “modernidad” cerramos algo más que nuestras puertas con
llaves para sentirnos seguros. Y aquello
que cerramos no se abre con una vuelta de llave.
Resulta que con la “modernidad”, yo me
siento una inadaptada a esta modernidad!. Jajajajajajajajajajajaj
Adriana Paola Boldrini Camponovo
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