En la atenta percepción de nosotros mismos no es necesaria la confesión, porque esa percepción crea el espejo en el que todas las cosas se reflejan sin distorsión alguna. Cada pensamiento-sentimiento es proyectado, por decirlo así, sobre la pantalla de la percepción alerta, para ser observado, estudiado y comprendido; pero este fluir de la comprensión se bloquea cuando hay condena o aceptación, identificación o juicio. Cuanto más observamos y comprendemos lo que se proyecta en la pantalla -no haciéndolo como un deber o una práctica impuesta, sino porque la pena y el dolor han creado el interés insaciable que genera su propia disciplina-, mayor es la intensidad de la percepción alerta, y ésta origina, a su vez, una comprensión intensificada.
... Ustedes pueden seguir algo si se mueve lentamente; una maquina de alta velocidad debe aminorarla para que puedan estudiarse sus movimientos. De igual manera, pensamientos y sentimientos podrán ser estudiados y comprendidos sólo si la mente puede proceder con lentitud; pero una vez que esta capacidad se ha despertado, ya puede moverse a alta velocidad, y eso la torna extremadamente serena. Cuando giran a alta velocidad, las aletas de un ventilador parecen una sólida hoja de metal. Nuestra dificultad está en hacer que la mente funcione despacio, de modo que cada pensamiento-sentimiento pueda ser seguido y comprendido. Lo que se ha comprendido profundamente y por completo no se repetirá.
Krishnamurti
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