miércoles, 11 de junio de 2014

¿En qué época vivimos?

                                


Hace unos días leí un artículo donde el autor opinaba sobre el Individualismo y la competitividad y me resonó muchísimo, quizás porque hace ya varios días que mi observación está puesta justamente en estas dos conductas que son tan evidentes hoy día.
Rescato este pequeño párrafo:
Vivimos sumidos en nuestras vanidades y expectativas, muchas de ellas materialistas y hedonistas, encerrados en nosotros/as mismos y en la permanente búsqueda de nuestras satisfacciones individuales, algo que puede ser comprensible si esta parte egoísta no sepultase por completo nuestras capacidades para ser solidarios, generosos y cooperativos.
Sin generalizar, me detengo en los conceptos de solidaridad, generosidad y cooperación. Estoy segura que está más que claro el significado de  estas palabras, lo que no tengo tan claro si todos sabemos bien las acciones que implican estas palabras.
Me refiero a que un abrazo, una palabra, una sonrisa, una caricia, un beso, una llamada, una mirada, un aquí estoy, cinco minutos de escucha, una visita, un silencio oportuno, un sin críticas, un ponerme en el lugar del otro, un sin prejuzgar, un gracias, un perdóname, un lo siento, un permiso, un estás bien? desde el corazón;  todo esto para mí  también es ser solidario, generoso y cooperativo.
Días después leí también otro artículo:
El corazón tiene cerebro
El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su
conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello tiene una percepción exacta de la realidad.
Parece ciencia ficción.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.
Pues parece que nadie lo utilice…
Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.
¿Y cómo puedo activar ese circuito?
Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje
¿Santos las 24 horas?
Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.
¿Y cómo nos libramos de ellos?
Tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.
¿Qué sienten y opinan ustedes al respecto?
¿Seguimos  viviendo en el pasado más lejano, con los mismos mecanismos de defensa y creencias que nos aseguraban la supervivencia?
¿El vecino, el amigo etc…  es un competidor del cuál tengo que sobresalir siempre que sea posible porque de ello depende mi subsistencia?
¿Cuándo se habla de evolución, es posible cuándo el avance científico, tecnológico etc… no van acompañados por los cambios emocionales e internos de toda la población en forma comunitaria?
Aquí dejo los enlaces de ambos artículos:
Muchas Gracias.
Adriana Paola Boldrini Camponovo.



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