Hace unos días leí un artículo donde el autor opinaba
sobre el Individualismo y la competitividad y me resonó muchísimo, quizás
porque hace ya varios días que mi observación está puesta justamente en estas
dos conductas que son tan evidentes hoy día.
Rescato este pequeño párrafo:
Vivimos sumidos en
nuestras vanidades y expectativas, muchas de ellas materialistas y hedonistas,
encerrados en nosotros/as mismos y en la permanente búsqueda de nuestras
satisfacciones individuales, algo que puede ser comprensible si esta parte
egoísta no sepultase por completo nuestras capacidades para ser solidarios,
generosos y cooperativos.
Sin generalizar, me
detengo en los conceptos de solidaridad, generosidad y cooperación. Estoy segura
que está más que claro el significado de estas palabras, lo que no tengo tan claro si
todos sabemos bien las acciones que implican estas palabras.
Me refiero a que un
abrazo, una palabra, una sonrisa, una caricia, un beso, una llamada, una
mirada, un aquí estoy, cinco minutos de escucha, una visita, un silencio
oportuno, un sin críticas, un ponerme en el lugar del otro, un sin prejuzgar,
un gracias, un perdóname, un lo siento, un permiso, un estás bien? desde el
corazón; todo esto para mí también es ser solidario, generoso y
cooperativo.
Días después leí
también otro artículo:
El corazón tiene
cerebro
El
cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de
percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en
experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su
conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello tiene una percepción exacta de la realidad.
conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello tiene una percepción exacta de la realidad.
Parece ciencia ficción.
Está
demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un
estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es
una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.
Pues parece que nadie lo
utilice…
Es un
potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de
personas.
¿Y cómo puedo activar ese
circuito?
Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo,
el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el
coraje…
¿Santos las 24 horas?
Es la
práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse
del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el
deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el
ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.
¿Y cómo nos libramos de ellos?
Tomando
la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin
juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien. Debemos
aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero
origen de nuestras reacciones emocionales no está en
lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.
¿Qué sienten y opinan ustedes al respecto?
¿Seguimos viviendo en
el pasado más lejano, con los mismos mecanismos de defensa y creencias que nos
aseguraban la supervivencia?
¿El vecino, el amigo etc… es un competidor del cuál tengo que sobresalir
siempre que sea posible porque de ello depende mi subsistencia?
¿Cuándo se habla de evolución, es posible cuándo el avance
científico, tecnológico etc… no van acompañados por los cambios emocionales e internos
de toda la población en forma comunitaria?
Aquí dejo los enlaces de ambos artículos:
Muchas Gracias.
Adriana Paola Boldrini Camponovo.
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