Querido Alan:
Hace ya unos
cuantos días que no escribo, pero el solo centrarme en expresar con palabras lo
que siento cuando recuerdo tus ojos, tú carita, tú sonrisa y ese gesto tan
especial que ponías cuando te hacían una foto, las emociones fluyen y se convierten en palabras rápidamente.
Hoy es un día maravilloso para vos y también para todas las
personas que hemos estado cerca en tu crecimiento y los que aún siguen estando.
Decirte que la responsabilidad que se puede llegar a adoptar
desde pequeño no tiene límites, si tú no se lo pones. Querido Alan disfruta
siempre sin preocupaciones, sin intentar entender con la mente las cosas y a
las personas. Te aseguro que eso es imposible y además es agotador. Ahora eso sí. Si puedes sentir desde el
corazón, sin poner los pensamientos de por medio, lograrás muchas más cosas y sobre todo comprenderás
aquello que en un principio parecía incomprensible.
Cada día confirmo que
vivimos equivocadamente, creyendo
que el éxito está en los logros alcanzados al producir más y más, el tener esto
o aquello, el conseguir ser nombrados por algún título. Nos hacen creer cuando nacemos que ese es el único objetivo más
importante. No es así, hay más y mejor. Las personas pasan la mayor parte de su vida intentando ser algo
que no son tomando medicaciones,
realizando actividades y trabajos para convertirse en aceptables socialmente. Querido Alan lo que quiero
decirte es: Yo creo que el equilibrio
emocional de las personas es lo
más importante, porque las ideas son buenas, pero son las emociones las que
fallan sin importar títulos académicos y experiencia alguna.
Entonces Alan confía en lo que sientes por sobre todas las
cosas sin miedos a expresar tus emociones sin cuestionarlas y limitarlas. Esas
emociones eres tú.
Eres otro gran sabio silencioso y a la vez ruidoso.
Siempre estás cerca de nosotros, sin importar distancias y tiempo.
Te amo.
Tu tía
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