lunes, 8 de septiembre de 2014

La memoria carece de vida en sí misma


¿Qué entendemos por pensamiento? ¿Cuándo piensa uno? Obviamente, el pensamiento es el resultado de una respuesta, neurológica o psicológica, ¿no es así? Es la respuesta inmediata de los sentidos a una percepción, o es la respuesta de la memoria acumulada. Es decir, existe la respuesta inmediata de los nervios a una sensación, y está la respuesta de la memoria almacenada, la influencia de la raza, del grupo, del gurú, de la familia, de la tradición y demás, a todo lo cual llamamos pensamiento. De modo que el proceso del pensamiento es la respuesta de la memoria, ¿verdad? Uno no tendría pensamientos si no tuviese memoria, y la respuesta de la memoria a ciertas experiencias pone en acción el proceso del pensamiento.
¿Qué es, entonces, la memoria? Si usted observa su propia memoria y cómo la acumula, notará que ésta es, o bien factual, técnica, y se relaciona con la información -ingeniería, matemáticas, física y demás-, o es el residuo de una experiencia inacabada, incompleta. Observe su propia memoria y lo verá. Cuando usted termina una experiencia, cuando la completa, no queda recuerdo de esa experiencia, en el sentido de un residuo psicológico. Hay un residuo sólo cuando una experiencia no es plenamente comprendida; y no hay comprensión de la experiencia debido a que miramos cada experiencia a través de los recuerdos del pasado. Por lo tanto, jamás nos enfrentamos a lo nuevo como lo nuevo, sino siempre a través de la pantalla de lo viejo. Está claro, pues, que nuestra respuesta a la experiencia se halla condicionada y es siempre limitada.
                                                                  Krishnamurti

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