miércoles, 7 de enero de 2015

La ira


Es una emoción primaria negativa que se desencadena ante situaciones que son valoradas como
injustas o que atentan contra los valores morales y la libertad personal; situaciones que ejercen un
control externo o coacción sobre nuestro comportamiento, personas que nos afectan con abusos
verbales o físicos, y situaciones en las cuales consideramos que se producen tratamientos injustos y
el bloqueo de metas.
La ira produce efectos subjetivos o sentimientos de irritación, enojo, furia y rabia. También va
acompañada de obnubilación, incapacidad o dificultad para la ejecución eficaz de los procesos
cognitivos. La ira a su vez produce una sensación de energía o impulsividad, de necesidad subjetiva
de actuar física o verbalmente de forma intensa e inmediata, para solucionar de forma activa la
situación problemática. Se aprecia como una experiencia aversiva, desagradable e intensa. Es la
emoción potencialmente más peligrosa ya que su propósito funcional es el de destruir las barreras
que se perciben. Desde una perspectiva evolutiva, la ira moviliza la energía hacia la autodefensa. Se
asocian a ella los siguientes términos: enfado, enojo, malhumor, indignación, amargura, venganza,
desprecio, irritación, exasperación, furia, odio, desagrado, cólera, aversión, resentimiento, celos,
hostilidad, menosprecio, violencia, rencor.
EDUCAR LAS EMOCIONES. Mireya Vivas / Domingo Gallego / Belkis González

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