Hoy lo confirmé una vez más que con cualquier objeto sencillo, incluso me aventuro a decir que sin objetos y en silencio, la imaginación, fantasía y creatividad se explora con total libertad permitiendo de esta manera que el dueño del descubrimiento sea el protagonista.
Esto lo observé esta mañana en un niño de unos cinco años jugando felizmente con un trozo de hilo.
Permitir y permitirnos parar los pensamientos limitantes y en consecuencia las actitudes y acciones que de estos resultan.
APBC
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